“Hoy sabemos que los cambios educativos, para que lleguen a “calar” en las aulas,
tienen que generarse desde dentro
y capacitar al Centro para desarrollar su propia cultura innovadora,
potenciar la toma de decisiones
e implicar al profesorado en un análisis reflexivo de sus prácticas”
tienen que generarse desde dentro
y capacitar al Centro para desarrollar su propia cultura innovadora,
potenciar la toma de decisiones
e implicar al profesorado en un análisis reflexivo de sus prácticas”
(Bolívar, 1995, p. 246)
La tecnología se ha introducido vertiginosamente en el quehacer humano, abarcando socialmente todos los ámbitos, no siendo la excepción el área educacional, generando nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje. El uso y manejo de las nuevas tecnologías, procura un nuevo enfoque
educacional, en donde el estudiante es el gestor de su aprendizaje, por lo tanto es de real importancia sensibilizar a todos los involucrados en el quehacer educacional, en la incorporación y correcta utilización de estas herramientas.
La integración de las Tics, sabemos que no es simple, es un proceso complejo, lo cual implica realizar cambios significativos y sustentables en el tiempo. No basta con tener tecnología en las escuelas si no existen personas preparadas y motivadas para su uso.
La aceptación del Programa TIC en Aula a dado como resultado docentes con necesidad de seguir en formación, de profundizar en las diferentes herramientas y programas que se han utilizados, de manejar con mayor experticia herramientas que la tecnología nos ofrece, de socializar aprendizajes.
Por ello es fundamental que tanto las escuelas como los docentes estén preparados para dichos cambios y así poder ofrecer estas nuevas oportunidades a los estudiantes.
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